Sudan Suda.

Como ha pasado el tiempo, algo mas de un mes sin escribir. Muchos de mis amig@s bloger@s regresaron de las vacaciones e imagino que ya han superado la Marzitis. Por otro lado ya tenemos presidenta en ejercicio y así la vida sigue su curso. Nada muy distinto, nos engolosinamos con la sola idea de seguir avanzando hacia el desarrollo, reforzando un modelo económico que todos quieren perfeccionar, pero hay del que se atreva a reformar.

Pero ese no es mi tema hoy. Desde que llegue a este país, he conocido gente muy interesante y amable, de distintas razas, colores, idiomas y olores diferentes. Pero el destino se ha encargado de acercarme con particular espontaneidad hacia la Comunidad Sudani, si aquellos hombres y mujeres provenientes de Sudan. Todos ellos inmigrantes, todos ellos arrancando de anos de guerra civil, de hambre y muerte.

Aun así, son gente alegre nada de complicados y de sonrisa fácil. Destaco a mi amigo George Olango, companero de clases. Un joven que lleva anos de recorrer por diferentes países, sin mas posesión que sus sueños de libertad y justicia para su pueblo.

El sábado recién pasado, luego de innumerables invitaciones me anime para ir a jugar una pichanga con ellos, estaban felices, incansables, alegres como niños.....y yo ahi , sudando y evitando no caer fulminado por la ausencia de practica deportiva.

Todo bien, salvo un intenso dolor muscular que me acompaño toda la semana. El lunes recién pasado luego de comentar los pormenores del peloteo. George me pide que revise mi correo, me ha enviado un mail en el cual se denuncia la critica situación que se vive en el sur de Sudan. La guerra civil se ha encendido nuevamente y una terrible hambruna azota a decenas de poblados.

Sus ojos se nublaron, por un segundo el silencio se apodero de su boca y un escalofrío me azoto cuerpo y alma. Aquellos hombres, si los mismos con los cuales días antes disfrute de un alegre futbolito, llevaban este dolor y desconsuelo en lo mas profundo, como un herida permanente que se alivia con la ayuda de este pais abierto a los inmigrantes, pero herida que no cicatriza.

Muchas veces me he preguntado cual es el mejor lugar para Doctorarse, para aprender de las nuevas tendencias y colgarse pergaminos.

Hoy solo tengo una respuesta, abrir los ojos y el corazón mas alla de nuestro metro cuadrado.

Saludos from Canada

Luis