LUIS GUTIERREZ C == Apuntes Ciudadanos::.....

Friday, October 28, 2005

Central Ovalle


Desde hace días, uno de los temas recurrentes de los medios de comunicación en Chile, es la implementación del Plan Transantiago. Como era de esperar, los buses aun no encendían sus motores, y la lluvia de criticas y malos augurios se hacia sentir con fuerza. Por su parte, los funcionarios de gobierno y unos pocos optimistas, apuestan a que es solo cuestión de tiempo.
En medio de este fuego cruzado, nació el siguiente relato.........
De cabro chico era usuario de la locomoción colectiva en Santiago, cada día me aprestaba a tomar la Central Ovalle 48 A (antes era 48 B), en el paradero nueve de Santa Rosa esquina Salesianos.
Estos armatostes rectangulares rodantes, eran una verdadera expresión del folclore popular, subir a una de ellas era una verdadera aventura, la que comenzaba al ingresar por la puerta delantera, cuando no estabas en horario punta. El Sr. conductor, cual amo y señor de los destinos y de nuestro traslado, se sentaba en un armazón entretejido con tiras plásticas de colores, generalmente sobre su cabeza, se podía leer, frases como : " Cambio vieja de 40 por dos lolas de 20" , " Dios es mi copiloto"....además de diversas calcomanías de señoritas voluptuosas, vestidas en provocadora tenida deportiva y portando un balón de fútbol en su mano. También era posible hallar unas figuras estáticas -generalmente de perros o monos -, cuyas cabezas bamboleaban al ritmo de la marcha.
El Sr. conductor depositaba las monedas en una pesera de madera, de la cual colgaban unos flequillos de colores y sus lineas rectas eran delineadas por unos remaches metálicos. Claro, eran los tiempos en que el pasaje costaba menos de diez pesos. Para hacer más ameno el traslado, el gangoso cojo que cantaba a lo Roberto Carlos, se subía en Franklin.
El mercadeo ambulante, tenia como producto estrella el Candy, a cinco por un peso - plátano, frutilla, piña, coco, durazno o damasco no recuerdo bien -. Años mas tarde vendría en tofee, y a mediados de los ochenta, el famoso calugón Pelayo.
Claro, estoy hablando se cuando. los helados se vendían envueltos en papel, los palos del helado traían astillas y eran de dos sabores.
Al llegar a la Estación Central, mi destino, luego de una hora y veinte de viaje. La tipografía inconfundible recordaba, "los burros bajan por la puerta delantera".....una psicodelica flecha indicaba el timbre "Ojo, tire y suelte", eran las instrucciones para jalar ese manoseado cordel que finalizaba en una campanilla muy cerca del conductor, sus sonido recordaba las hazañas de Martín.....
Como ven, no había mucho tiempo para aburrirse, eran otros tiempos, eran otras micros....
Luis Gutiérrez C

1 Comments:

  • Luis:

    Muy lindo relato.
    Te aporto algo más: Cuando ya no había más espacio adelante, la gente se subía por atrás y pasaba las monedas del pasaje por todas las personas que estaban paradas en el pasillo hasta que llegaba al chofer...
    Historias con sabor...pero que no le vienen a este mundo más desarrollado.

    By Blogger Esther Croudo Bitrán, at 9:38 AM  

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